Hemos pasado unos días en familia. Hemos estado algunos días en Alicante y de vuelta en Madrid para despedir a mi tío Jose. Ya os conté que el hermano pequeño de mi madre lleva viviendo en Japón desde hace casi 5 años. Llevábamos sin verle 3! Es verdad que para los mayores aunque sea mucho tiempo, pero nos amoldamos mucho mejor y además parece que no hay tanto cambio físico. Imaginaos Daniella hace 3 años! Tenía 1 y medio. Era una bebé con el pelito corto y aunque hemos hecho FaceTime este tiempo e intercambiado muchas fotos, no es lo mismo desde la pantalla que desde la realidad.
Ya sabéis, las que me seguís de siempre, que toda mi vida hemos veraneado a San Juan de Alicante. Y además en mi caso, cuando Daniella cumplió un año, nos mudamos bastantes meses allí por trabajo.
En ese tiempo, que mi tío vivía ahí, íbamos mucho a la tetería de Crevillente. Todo el mundo sabe que es un lugar mágico y que si nadie te hace un croquis o te lleva, es imposible llegar.
La última vez que estuve allí, fue precisamente con mi tío Jose y Daniella, cuando mi vida personal no estaba nada bien, y se me avecinaba unos años de cambios. Mi tío, como yo, es una persona que idealiza bastante y al que parece que Disney hizo mucho daño.
Por eso, y como le afectó mucho cuando le conté todo lo que me pasaba, tenía muchas ganas -y lo necesitaba- viajar con él, con Daniella, mi abuela, mi mami, y toda la familia a la tetería. Para sentir que todo ha cambiado y que al final, poco a poco, se pasa.
Ni qué decir tiene, que lo que más quería es pisar tierra firme de la tetería con Miguel. Lo reconozco. Y así hicimos!!
Muchos pensaréis que qué narices tiene una tetería... y os entiendo! Porque antes de conocerla yo me imaginaba lo que entiendo por tetería, no un palacete árabe, real, de miles de metros, con música ambiente, fuentes, flores, pavos reales, con rincones secretos y lo mejor, el té nazarí y pakistaní más rico que he probado y probaré nunca.
Resumiendo, paramos a la vuelta de Altea, donde pasamos un día entero maravilloso y terminamos un día de 10.
A Daniella la vestí con un vestido blanco y tonos rosas y camel. Últimamente solo quiere ir en falda y vestido pero reconozco que como crece por momentos ya tenía muchos que no le quedaban o eran muy cortos. Este le hemos elegido para el verano. Me gusta siempre hacerme con un par de ellos blancos, aunque tengan algún tono más. Pero a pesar de que Daniella sea muy blanquita, ese mismo color le sienta de lujo.
Me encantan los modelos de Carmencitas. No es nada nuevo, lo sé. Soy fiel a 3-4 firmas de moda clásica infantil española y llevo años enseñándoos estas marcas. Esta vez, como siempre, he elegido un vestido y un conjunto dos piezas para looks algo más informales dentro de esta marca que busca la perfección y el remate al detalle. Me encanta el vuelo que tiene y el escote de la espalda. Carmencitas se caracteriza mucho de él.
Os los enseñaré por IG Stories a finales de abril, a mi vuelta de todos los viajes que me esperan, que siempre gusta más ver las telas de cerca. El otro, es una blusita y un culotte (parece falda) en color blanco y combinado con klein y verde, para tener dos looks bastante diferentes.
Ahora en abril este vestido se lo he puesto con leotardos por el fresquito de la noche, y lo quise combinar otra vez con dorado. Pero incluso con unas merceditas de lona con lazo fucsias puede quedar increíble.
Espero, de corazón, que os encante este look, primero porque estas fotos están tomadas entre Altea y la tetería de Crevillente. Pero sobre todo, por lo bonito que es compartir moda infantil diseñada y fabricada en España. Soy fan de ello.
Os pongo el LINK DIRECTO al vestido porque sé que os va a encantar tanto como a mí :)
Os mandamos muchos besos, y ahora sí, me despido del blog hasta dentro de 8/9 días que haya vuelto de Nueva York y me haya puesto al día!!
Mil besos a tod@s los que me leéis ❤️
Vestido: Carmencitas // Lazo: Carmencitas // Leotardos: Cóndor // Merceditas: Zara (Nueva Colección)