¡Buenos días! Hoy Daniella y yo ¡tenemos compañía!. Y qué mejor que a Mr. Potato, que está a puntito de cumplir sus 65 años. Lógicamente, no es una edad cualquiera, y por eso nosotras hemos querido que antes de su gran día, viva una experiencia única: jugar un partido de fútbol. El ejercicio físico es necesario en nuestro día a día, ¡y más para llegar con tanta vitalidad a los 65!. Además, con el deporte se ganan años de vida, ¡y qué mejor pasatiempo!. Descargas adrenalina, generas más energía, aprendes mucho valores... Todos los deportes están sujetos a unas normas que hay que cumplir. Da igual que sea individual que colectivo, al final, como todo en esta vida, nada en la práctica funciona si no somos obedientes ni tenemos disciplina. Daniella y yo, en uno de nuestros viajes a Valencia del año pasado tuvimos la gran suerte de conocer a unos chicos muy muy especiales. Personas que solo saben dibujar sonrisas. Se trata del lema que tiene siempre la Escuela de Fútbol Adaptado del Levante UD EDI desde el año 2012, y que la Fundación levantinista pudo sacar adelante. Se convertía en el primer club de fútbol profesional en crear una Escuela de Discapacitados Intelectuales. Por eso, Daniella y yo, a pesar de vivir en Madrid, quisimos hacer el esfuerzo de desplazarnos únicamente para que MR.Potato pudiera conocerla, y compartir a la vez con nosotras una tarde donde pudiéramos jugar todos un partido de fútbol. El respeto hacia los demás es el valor más importante que le inculco a Daniella. Ayudar a las personas, sin ningún tipo de reparo o distinción de aquel que nos necesita.
A mí siempre desde pequeña me han gustado los deportes en equipo. De hecho probé unos cuantos de forma individual...patinaje, gimnasia artística, pero terminaba cansándome. Parece que Daniella es igual, asi que aportar una educación inclusiva a nuestros hijos es el mayor regalo que podemos hacerles. Aprovechamos para explicar a MR.Potato (¡aunque él ya lo sabía!) que todos los niños/as jóvenes con y sin discapacidad o dificultades deben aprender de forma conjunta. Porque todos aprendemos del otro, de sus valores, del conformismo de muchos a limitarse a ser feliz solamente por salir al campo y correr, compartir con un compañero, pasarle el balón, meter un gol, o simplemente, tirar un penalti aunque luego lo falle. Estos entrenamientos aportan felicidad, energía positiva, fuerza, ganas, tesón, esfuerzo y lucha. Algo de lo que el Levante EDI sabe mucho.
MR. Potato pasó un viaje estupendo desde Madrid a Valencia. Fue llegar al campo y todos los chicos le abrazaban, le hacían carantoñas ya que estaban esperándole con mucha ilusión. Daniella, orgullosa de la compañía que llevaba, empezó a reír, saltar y correr como nunca antes lo había hecho. En la misma sesión, quise pararme para hacerles fotos que, estos chicos estaban deseando posar con nuestro amigo Potato, sonreír, tirar besitos a cámara. ¡¡Fue muy emocionante!! y yo, solté unas cuantas lágrimas. Les estoy eternamente agradecida por mimar a mi Daniella, por darme esos abrazos de fuerza. No quise irme sin posar yo también con muchos de estos futbolistas.
Espero que os haya gustado, y que os encante la idea de vivir en una educación de inclusión y respeto por todos. No sólo en estas fechas de Navidad hay que colaborar y solidarizarnos con la integración,sino el resto del año con la rutina de nuestro día a día.
¡¡millones de besos cargados de energía que me dió vivir esta tarde mágica!!
