Llegó el gran día. Daniella cumple 2 añitos. Es una preciosa
capicúa 31.8.13 que además nació a las 13:13. Dos años de cambios, de avances,
de progresos y de felicidad a su lado. Os contaré que desde bien pequeñita
tenía claro que quería ser madre joven. Estaba obsesionada con los bebés. Doy
gracias de que pude cumplir mi sueño y ser mamá con 23 años. Pero es verdad que
los primeros meses del bebé yo me los imaginaba de otra forma. Claro, yo cuando
con 6 años iba siempre con mi muñeca colgada del brazo ya sentía una gran responsabilidad…, pero ojo! Aquellos
días cuando de repente me ponían un helado delante mía, mi prioridad cambiaba, rápido le daba a mi
madre la muñequita para que me la sujetara y yo disfrutara meramente de él. Y como de pequeña me quedaba frita hasta en el
cine, pues no me preocupaba de que mi muñequita se quedara sin atender. Dicho
esto, que parece una tontería, para mí no lo fue en el momento en que me
pusieron a Daniella en mis brazos. 13 horas (poquito) de parto sin epidural. En
ese instante mi vida cambió absolutamente. Me di cuenta que esa cosita solo
dependía de mí, de lo que yo le quisiera dar, hacer, querer… Una auténtica
responsabilidad, que, permitidme la expresión, me hizo ¡cagarme de miedo! Jeje.
Y aunque nunca lo he contado, esa
sensación me duró aproximadamente el primer
mes hasta que entendí que podía hacerlo súper bien, al menos iba a intentar ser
una buena mamá. Todavía recuerdo como con 9 días tuvimos que llevarla a
urgencias porque estaba perdiendo peso. Cuando la pediatra me empezó a
interrogar para ver de dónde podría venir el problema, yo con mi bebecita en
brazos, solo me acuerdo que empecé a llorar y llorar con lágrimas. Me sentía
culpable y ese día sólo imaginarme que le podía pasar algo grave, el llanto no
me dejó ni hablar. Pero no,
afortunadamente me la llevé de vuelta a casa y en estos 2 años (mientras toco
madera) no hemos pisado el médico nada más que por lo justo y necesario. Ni
siquiera ha tomado el famoso ``Dalsy´´. Rezo para que sigamos así.
¿Y quien cuando se queda embarazada no se imagina como podrá
ser su bebé? Yo esto lo pensaba de bien pequeñita. No sé porqué pero siempre
pensaba que sería niña y rubita. Imagino que porque es lo que más me gustaba o
porque mi mayor parte de muñequitos eran así. Cuando me hice el test de
embarazo el 28.12.12 mi sensación cambió. Sentía que era un niño. A las 12
semanas, en una ecografía de morfología, de repente un gran ginecólogo dijo que
tenía la seguridad de que iba a ser niña. La verdad que me quedé en estado de
shock, aunque mi preferencia era esa, pero mi cabeza se había concienciado en que
iba a tener a un chiquitito. Efectivamente, nos confirmaron a las 20 semanas
que era ella, Daniella. Lagrimitas.
Al inicio de lo que os contaba, en mi infancia adoraba a los
bebés y era lo que más me llamaba la atención. En este tiempo he cambiado de
opinión e imagino que me seguirá pasando eso. Era tierno coger a mi cosita de
días, semanas o meses y ponerle su carita pegada a la mía.. Sentir su
respiración y su aliento junto a mí.
Nunca había sentido
algo tan extraordinario. Pero permitidme, cuando desde hace unos meses mi hija
me coge mi carita me la pega a la suya y me dice ``oohhh, mami te quero
muuucho´´ y termina con un beso… en fin. Sobran las palabras. Y es que Daniella
para mí y para todos es preciosa sí, pero eso no me importa, lo que nos tiene
cautivados a todos es su forma de ser. Siempre con una sonrisa, mientras dice
``Ela conteeeenta´´ jaja. Sí, se llama ela. Obediente desde que era un bebé. Y
muy muy observadora, lo que le hace ser súper inteligente.¿ Y que va a decir
una mami, no? Pues no, quien me conoce soy objetiva, no me gusta presumir de
nada ni de nadie, pero lo que es, es. Ella es especial. Formamos un gran equipo
y desde aquí, quiero que sepa que no me imagino un momento de alegría en mi
vida sin que ella sea partícipe. Que cada paso o cambio que estoy dando en mi
vida es para que de mayor pueda recordar una infancia feliz. Que bonito sería
que cuando todos seamos mayores, podamos echar la vista atrás y, lógicamente,
con algún bache que otro, pero que recordemos que hemos disfrutado de la vida,
que hemos sido felices y que hemos crecido acompañados del amor de nuestros
padres. Porque las personas aparecen y desaparecen de nuestras vidas pero madre
no hay más que una. Asi que Daniella, seamos siempre felices. Porque tus manos
sujetarán siempre a mi corazón.
Momentos. Cosquillas. Mariposas en el estómago. Amor por mí. Amor por ti.
31.8.13//31.8.15