He tenido 365 días para desear con las mismas ganas, poner el mismo entusiasmo que tal día como hoy. Sin embargo, a veces no ha sido así. Y es que yo describiría cada año como una montaña rusa. El mío y el de todos. Empezamos con fuerza, con ganas, cogiendo impulso y marcándonos muchas metas. A veces más de las que podemos cumplir aún poniendo el máximo empeño. En cambio, a mitad de camino, van pasando los días en línea recta, e incluso retrocedemos y andamos para atrás. Perdemos energía en cosas que podemos evitar: unas veces pensando demasiado en los demás y queriendo agradar cuando ni siquiera estamos cómodos con lo que estamos haciendo nosotros mismos. Otras, en lo que los demás pensarán de nosotros. Muchas veces personas que no conocemos, o peor aún, en personas que no nos conocen. Amarse a uno mismo no es fácil. Pasamos las 24 horas del día luchando con el mismo corazón, con la misma cabeza, y contradiciéndonos. Una cosa es hacer lo que debemos y otra lo que deseamos, queremos. No hay reglas para nada, ni nadie, siempre y cuando no sobrepasemos la línea. Pero quizá lo bonito de cada uno de nosotros es que las reglas las marcas tú. No sé si fue casualidad, no sé si fue causalidad, lo único que sé, es que en el momento en que empecé a quererme de verdad es cuando muchas cosas de mi alrededor empezaron a surgirme, y creo que a su vez he aprovechado muchas oportunidades. Veo fotos de hace años y lo cierto es que no me reconozco. Me cuesta ver lo que mi mente pensaba, pero sí sé que habría sido incapaz de afrontar muchas de las situaciones que he vivido en este último año.
He querido mejorar en muchos aspectos y he conseguido lograr alguno de ellos. Otros quedan pendientes para el futuro. Lo que sí que es verdad que he cumplido algunos ``sueños´´ que ni siquiera he pedido nunca, por eso de que los ves inalcanzables. Me he cabreado conmigo misma por no poder acabar cada día todo lo que me había propuesto, y porque en cada cosa que hago me gusta rozar la perfección. Me esfuerzo mucho, y mi cabeza también, para no dejar de pensar y ser creativa en todo lo que me propongo. No me gusta quitar las ideas a nadie y por eso me cuesta más alcanzar muchas metas. Hoy está todo inventado y cuando a ti se te ha ocurrido algo, resulta que te has enterado que ya existían 10 más haciendo eso mismo. Siempre va a haber alguien al que admirar, como ese alguien al que nunca querrías parecerte. Y de repente, te acuerdas de toda esa gente que te admira por algo, y que te ha dicho en algún momento que no sabe cómo eres capaz o cómo has sido capaz de sacar algunas cosas adelante sin venirte abajo. Te paras en seco y sabes que eso no ha sido así. Que has llorado en silencio, en soledad, que has gritado y que has tirado la toalla muchas veces cuando todo te salía mal (o pensabas que te salía mal). Que te has sentido frustrada por ver que otras chicas conseguían todo lo que querías lograr tú o mejor, que no les había salido mal sus proyectos como los tuyos. Y sí, todas tenemos pensamientos, y todas pensamos {o hemos pensado} que la chica de en frente es mejor que nosotras por alguna razón. Pero la única realidad es que solo existe alguien como tú, y esa es la suerte que nos ha tocado a cada uno. Los pensamientos sólo dependen de uno. Y esos son lo que tenemos que cambiar. Hay que intentarlo, porque yo eso lo he trabajado mucho en los dos últimos años. No me siento mejor que nadie, no me siento superior a nadie, pero por fin, puedo decir, que me siento querida, amada, por mí misma. Orgullosa de la persona que soy. Quiérete, respétate y ámate.
Este conjunto precioso, de braga culotte de encaje y bralette verde es de la colección XMAS de Women Secret que ya podéis conseguir por casi el 50%. No tiene porqué ser en Navidad cuando nos mimamos más. Tenemos 365 días para hacerlo y qué mejor regalo de Reyes Magos, que estar bonita desde el interior, y sentirse mujer desde lo que no se ve.
