65ª Edición Festival de Cine de San Sebastián

8 de octubre de 2017






¡¡Hola chicas!! no todos los días te llaman para asistir a uno de los eventos más importantes del cine en nuestro país. Maxfactor quiso contar conmigo y dos compañeras más youtubers: Vik Guirao y Anabel Hernández para vivir una auténtica experiencia de cine. El mismo sábado era la gala de clausura de la 65ª Edición del Festival de Cine de San Sebastián, asi que cogimos un vuelo desde Madrid a Bilbao, donde nos recogieron para llevarnos a San Sebastián. Todas fuimos con un acompañante, que yo, sin duda elegí a mi chico. Tuvimos la suerte de alojarnos en el hotel Londres, justo en frente a La Concha y una vez dejamos las maletas e hicimos el check-in nos marchamos en grupo, con parte del equipo a ¡desayunar! Unos huevos fritos con bacon en el Café de La Concha mientras llovía, me dieron fuerza suficiente para pasar una mañana increíble. Algo que me impresionó bastante fue la cantidad de personas que había en los hoteles, incluso extranjeros, para vivir el Festival de cerca. Es como si durante esa semana, toda la ciudad se volcara en este evento. No se oye hablar de otra cosa a la gente.
Maxfactor nos sorprendió regalándonos una master class privada con el gran maquillador Lewis, y además de presentarnos bien la marca y de contarnos toda su trayectoria, también pudimos ponernos en manos un ratito pequeño con él antes de salir a comer para estar súper guapas. Es una maravilla como Lewis coge un pincel y empieza a hacer arte en tan sólo 5 minutos. Con solo mirarte ya sabe el tono que necesitas y lo que te favorece.
Tuvimos la suerte de salir a comer a un restaurante maravilloso donde nos pusimos las botas. El restaurante Astelena 1997. Comí tanto que pensé que no me entraría el vestido a la tarde, jajaja. Arroz con cocochas, merluza, carrillera y torrija (la mejor que me he comido en mi vida) fueron algunos de los platos que pudimos degustar en equipo.
Corriendo, porque el tiempo iba pasando y teníamos que ponernos súper guapas para estar listas a las 19h, marchamos a nuestro hotel a coger el vestido para la gala y los complementos. La peluquería y el maquillaje lo teníamos en el hotel Maria Cristina, el más lujoso de la ciudad y fue llegar y ponerme en manos de un chico que sabía lo que iba a hacerme. No me apetecía llevarlo suelto porque el vestido era bastante cerradito y eso haría que llamara menos la atención. A parte, al tener el pelo bastante liso, peinármelo a las 16h de la tarde y tener que esperar horas hasta el momento alfombra roja, quizás sería una metedura de pata. Aposté a lo seguro, una coleta lisa de altura media, con la raya al lado contrario de donde la llevo siempre. Y la llevo al contrario porque tengo un remolino y es lo más fácil.
Para la manicura, quise llevar un tono parecido al vestido. En un verde agua, o menta. Que ya no sé cual es uno u otro. De complementos algo muy sencillo, unas sandalias nude, un clutch de Zara negro con dorado en el que el cierre era una piña y, un cinturón precioso dorado que marcara más la figura de Zara también. El vestido, de gasa, en verde menta, era de manga larga, con escote en pico pero muy discreto. Un diseño de lo más sencillo, la verdad, pero perfecto para sentirme muy yo.
Y me dejo para el final contaros como Lewis me maquilló para el gran momento. Necesitó tan sólo 20 minutos para dejarme impecable. Con la piel totalmente limpia, y utilizando solo productos Max Factor me aplicó la base, más clara de mi piel ya que él prefiere hacerlo así y luego subir el tono con polvos bronceadores, colorete o contorno. Quise marcar el ojo en la parte del extremo con marrones. Es lo único que pedí, ya que con negro no termino de verme. Mis ojos tienen la base verde y con marrón empasta a la perfección, en cambio, el negro, hace que me vea demasiado maquillada y no me gusta mucho. Lewis me convenció para ponerme pestañas postizas y quedé muy contenta la verdad. El labio preferí que me aplicara el tono 05 de los nudes, un marrón rosado subidito pero súper natural. Tengo que decir que últimamente valoro cuando conozco a personas de lo más normales. Me flipa que a pesar de ser quien sea, de tener la fama que tenga, de tener mucho o poco dinero, de ser famoso en el mundo entero, el trato de tú a tú sea como si te encuentras a tu vecina. Personas normales, que quedan pocas, que les guste y les disguste cosas, pero como a cualquier otro. Que ríen y lloren como tú, como yo. Y con esas son las que me quedo. Lewis fue una de esas personas maravillosas que conectó conmigo nada más conocerle y de hecho, espero verle muy pronto. Al igual que él, todo el equipo de Max Factor que estuvo con nosotros en todo el viaje. Gracias de corazón, gracias por ¡todo!.

Os cuento, brevemente, el momentazo de la noche. Las 3 chicas fuimos en un coche oficial desde el hotel Maria Cristina hasta la alfombra roja. Tardamos 2 minutos y ¡puerta abierta!. Un chico nos abría las puertas del coche para que nos bajáramos y empezáramos a caminar por el famoso caminito que te lleva al photocall. Es verdad que no me arrepiento de nada, pero me da mucha rabia que algunas chicas que os acercásteis a saludarme no pudiérais hablar conmigo. Yo solo veía a 4-5 cámaras sin parar de grabarme y cuando oía ``Judith! mummiella!´´saludaba sin más pero seguí caminando.... ¡perdonad! jajaja. La próxima vez no me pasa ;) pienso aprovechar mis minutos de protagonismos y pararme a hacer fotos y lo que os apetezca. Igualmente, me escribístes todas las que os acercásteis y entendísteis ese momento. El photocall fue genial y más fácil, la verdad. Ya tuvimos acceso después a la gala de clausura y fue una experiencia de cine, ¡nunca mejor dicho!. Cuando acabó, y se entregó el premio a la Concha de Oro a James Franco, terminamos asistiendo a una fiesta súper chic con todos los invitados al Festival.
Duramos muy poquito, porque habíamos dormido 3 horas la noche anterior asi que nos marchamos al hotel, dando fin a una de las experiencias más chulas que he vivido en los últimos años. Tengo que decir que la compañía hace mucho, y la tranquilidad también, de que mi mami estaba en mi casita cuidando de mi princesa.
El domingo tuvimos un desayuno maravilloso en nuestro hotel y en breve hicimos la maleta y marchamos en un transfer al aeropuerto de Bilbao.

Por último, otra vez más, mil millones de gracias por cuidarnos. Y gracias a vosotras por contarme tantas cosas de San Sebastián a la vez que yo os iba enseñando rincones de la ciudad. Era mi tercera vez allí y otra vez más ¡me volvió a enamorar!


Muchísimos besos

(Os dejo además un enlace al vídeo que ha publicado Diez Minutos en su formato digital)



















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