Cuando entras a una casa, según los colores que te encuentres, la decoración, el orden, el olor, puedes sentirte de una manera u otra.... Al menos, yo pienso así. En mi caso, necesito mucha luz durante el día, y no podría tener las persianas bajadas sabiendo que fuera luce el sol... Os contaré que solo me hizo falta un día para decidirme a comprar el hogar donde vivo ahora. Me acuerdo cómo el casero me dijo: "cuando vendrás a la segunda visita?". Yo, me callé, para no darle la mayor seguridad de que iba a quedarme su piso, pero, por dentro, al igual que mi madre y mi hermana, que me acompañaron, sabía que esa sería mi nueva casa. Me hicieron falta 4 meses para ponerle a punto. Le tiré abajo y cambié absolutamente todo!. Hasta el sonido del timbre!!. Había gota hasta en el techo! Los colores eran chillones y nada armoniosos, la cocina ni que contaros... Y hasta el patio que tengo, estaba desnivelado! Este verano os enseñaré cómo le estoy decorando!
En el primer momento que fue mío, me fui un día con mi padre y le dije todo lo que cambiaría! No me hizo falta pensármelo demasiado. Quizá, porque ya venía dos años atrás de hacerme una casa gigante sobre plano. Asi que a diferencia de como lo describe todo el mundo, la obra de mi última casa a mí no me supuso ningún estrés ni nada. Todo lo contrario, la disfruté muchísimo!. Si os parece, algún día os cuento de todo esto que os hablo porque hoy vengo a contaros que para mí la decoración lo es todo, así como las flores. Las flores lo dicen todo. Y con flores puedes decirlo todo. ....¡Pincha AQUÍ para seguir viendo & leyendo!