Os prometí este post! Ya sabéis que pasamos la anterior semana unos días en Portugal. Concretamente en Oporto. Este año para Reyes regalé a los míos muchos planes, más que regalos. Y uno de ellos fue este mini viaje. Llevo años queriendo ir a varias ciudades y al final por unas cosas o por otras parece que se resiste ese viaje asi que por eso, me hice una buena lista de mi TOP TEN y por disponibilidad de tiempo y combinación de vuelos Porto encajaba perfectamente.
Quiero brevemente contaros algunos de los sitios donde estuvimos y sobre todo, restaurantes o locales donde hemos comido de maravilla. Uno de esos sitios fue, como su dueño llama, la mercería Dama Pé de Cabra. Ya os enseñé el increíble desayuno que nos tomamos. Es un local pequeño, al lado del Jardín de San Lázaro. Os diré que no lo descubrimos por casualidad, sino que antes tomamos una guía y buenas referencias. Este lugar nos gustó tanto, que volvimos a desayunar nuestro segundo día allí. Su dueño, que no puede ser más amable (ahora entiendo las increíbles críticas que tiene por internet), nos contó que este lugar no le gusta decir que es una cafetería comercial, sino que lo denomina como un espacio para degustar productos típicos portugueses y que todas las personas que paren allí se sientan cómodamente. 6,90€ pagamos por cada desayuno. Puedes oírlo y pensar que es caro, pues bueno, os diré que ese desayuno, su número 1, constaba de zumo de naranja natural fresquito con unos huevos revueltos más que deliciosos. Además café o infusión, con una tostada de pan rústico y mermelada de vino de oporto (yummmmmy) y otro pan, el cual puedes elegir de castaña, calabaza o zanahoria. Todos me gustaron pero el de castaña.... ¡nos llevamos un pan hasta Madrid! Os animo a que busquéis este lugar y vayáis, con Daniella se portó increíble y disfrutamos realmente. Perdonad que no hice fotos ya que os lo enseñaba todo por IG Stories.... preferí desconectar un poquito..
Una de las cenas fue en BELOS AIRES, un restaurante argentino, además de precioso, tranquilo, acogedor... una comida exquisita. Qué deciros de la carne... Daniella se puso las botas jajaja. Pero si queréis parar allí, por favor pedir las empanadillas de pollo! también probamos de espinacas y queso ricotta y de carne pero nuestras favoritas las de pollo. Y, si al final necesitáis algo dulzón, unos panqueques de dulce de leche os sentarán de maravilla. Fueron amabilísimos con nosotros, pero con Daniella aún más... y sin tener que preguntarles nos llamaron a un taxi para que nos llevara a nuestro alojamiento.
En nuestro caso, nos alojamos en un apartamento. Tengo una amiga de allí, a la que no pude ver porque ahora vive en Turquía, pero me aconsejó sin duda uno. Me sorprendió la cantidad de apartamentos de lujo que hay, súper cuidados y con cada detalle que desde luego si buscáramos algo así en España serían el triple de caros. En general, algo que me ha sorprendido y mucho fue la amabilidad de la gente. Tanto cualquier persona a la que preguntas por la calle como en los propios restaurantes.... los camareros o incluso los dueños de ellos te acompañan hasta la puerta cuando vas a marcharte para despedirte. Muy serviciales.... deberían tomar nota de ellos en muchos sitios de aquí.
Lógicamente, estuvimos en bastantes sitios más, pero también me apetece recomendaros los que nos parecieron de 10 ..o de 11. Jejeje. Estuvimos comiendo en un italiano, una de nuestras comidas favoritas, pero sin duda fue el sitio donde probamos la mejor tabla de quesos. Ya sabéis que no podéis marcharos de la ciudad sin tomar una de ellas. El restaurante se llama A despensa. Un espacio súper acogedor, con un patio precioso. En general, un ambiente maravilloso. El personal súper amable, que cuando llueve y llegas con un carro, y mil bolsas, se agradece que te pongan todo más fácil.
Y eso es lo que nos pasó chicas, que tuvimos mala suerte ya que nos llovió esos días. No hacía mucho frío, pero ya sabéis que la lluvia es molesta, sobre todo, si viajas con un peque, y un carrito.
Intentamos hacer igualmente que fuera una estancia para recordar siempre y así fue. Pasear por el río Duero me pareció de lo más romántico... y es eso, que aunque parece que es una ciudad melancólica y austera, a mí me encantó. Porque viajar es transportarte a un lugar diferente al que vivimos pero unido a tu forma de ser, hace que tengas unas sensaciones u otras... Tomamos un té en Jóia da Coroa en Rua das Flores, y de verdad... ¡tenéis que ir!... Daniella decía...¡soy una princesa! jajaja. Todo rosa, tan señorial... resulta que es una joyería antigua donde dentro tienen la cafetería, con una fachada asombrosa llena de flores.
Y os seguiría hablando de comida, pero me alargaría mucho... os contaré donde no podéis dejar de ir ...no sin antes recomendaros probar un pastelito de nata súper típico de allí. Para mí, los mejores sitios, las confiterías y pastelerías cercanas a la librería LELLO. Enamorada me quedé de la librería en la que se inspiró Harry Potter y donde se rodaron varias escenas.. Incluso colas para poder entrar.. es sin duda la librería más bonita que he visto. Te cobran entrada pero si compras un libro te lo descuentan. Por favor, !id! jejeje.
Os dejo además con algunas fotillos...me encantaría en los viajes hacer muchas más pero sino me sería imposible disfrutar tanto de ellos y os juro, que en mi caso, viajar con mi hija me parece cada día más maravilloso. Regalarnos momentos como este viaje a Oporto es una bendición.
Muchos besos, y en unas horitas me paso por aquí para enseñaros ¡una mini-receta!
