Los días sin cole son mis favoritos. Y no digo los de Daniella porque ella va a encantada a clase. Aún así sé que le encanta que nos pasemos las horas juntas y juntas. Así estuvimos 2 años y medio hasta que tuve que llevarla a la guarde y empezar una nueva etapa juntas también pero con otras responsabilidades y rutinas. Por eso, cuando llega el fin de semana o como hoy, es festivo y ni ella ni yo tenemos nada mejor que hacer que mimarnos, esos momentos, son sin duda mis favoritos y no quiero que se acaben nunca.
Algo que hago con ella desde que era un bebé chiquitito, es bañarnos juntas siempre que podemos. Todavía veo fotos y me parece increíble como podía ser tan chiquitita.. La acostumbré ``mal´´y es algo que me reclama día a día. Es verdad que entre diario, se me acumulan las tareas y al ser tan dormilona y acostarla tan prontito, es complicado tomar un baño relajado las dos juntitas. Por lo general, hago varias cosas a la vez, y aprovecho y voy haciendo la cena mientras la voy duchando. ¡es lo que hay cuando dos manos solo tienen que atender a mil cosas a la vez en pocas horas!
En definitiva, que cuando tenemos un día libre, me olvido del tiempo, de las obligaciones, de cosas que a lo mejor en el día a día doy más importancia, y me centro en ella. En disfrutar, en hacer lo que más nos gusta. Daniella es muy coqueta, y siempre que nos bañamos juntas me hace echarla mi colonia, mis cremitas, quiere que le pinte las uñas, los labios.. que le haga un peinado para ir a mirarse rápido al espejo... que le vista de algo rosa... jajaja. Es súper graciosa, y si me ve que me enrollo la toalla en la cabeza, ella también quiere! Cada vez más, quiere que vistamos conjuntadas.. mira que a mí me ha encantado siempre esa idea pero ¡claro! a veces no entiende que no podamos llevar los mismos zapatos o que no pueda llevar las uñas pintadas fuera de casa...
Pero eso sí, si algo me alucina de ella es como desde pequeñita quiere oler todo disfrutando de los buenos aromas... y cuando nos duchamos juntas aprovecha para mientras me enjabono la cabeza con mi champú de la gama Tesoros de Miel de Original Remedies y la mascarilla de la gama Délicatesse Avena.
A veces hay momentos que tendrían que pararse en el tiempo. Hay momentos que no se pueden comprar ni con todo el dinero del mundo. Sentir que mi hija quiere parecerse a mí me llena de felicidad. Ojalá siempre sea así y formemos un gran equipo. Que ella sienta que me tiene para todo y que yo, aunque parezca imposible, pero que haya resurgido gracias a ella. Porque si algo tengo que hacer es agradecerle que me abriera los ojos bien grandes y me diera fuerzas suficientes para ser una mamá fuerte y vencer todo lo que nos venga.
24 horas sin cole. Sin horarios. Solo dejarse llevar por lo que más nos apetece y si nos tenemos que dar un baño de una hora por la mañana antes de comer y que nos salgan arruguitas en los dedos, ¡poder hacerlo!.
Unos mimitos en nuestros tocadores de casa, y listas para una buena receta de esas que os traigo todos los jueves :)
Pero ¡eso sí! a mami nunca se le olvida antes de ponerse en marcha echarse el sellador de puntas de la gama Tesoros de Miel de Original Remedies ya que el intentar no cortarse el pelo en unos cuantos meses por arrepentirse de habérselo cortado, tiene la parte de ``cuidados intensivo´´, jajaja, y sin duda, podré aguantar unos mesecitos más sin hacerlo.
Os contaríamos mil y un momentos más, pero creo que el momento en el que las dos nos metemos en la bañera con agua calentita y nos abrazamos es.....¡para morirse y subir al cielo!
Nos vemos mañanita por aquí...¡espero que os haya gustado este Post tan especial!
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